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lunes, 27 de junio de 2011

“¿Tomar suplementos es malo para la salud?”

Por la experiencia que tenemos, no es ninguna novedad escuchar a gente que relaciona los suplementos con los problemas de salud más variados. Lo que en este caso nos entristece es que lo diga la monitora de un gimnasio, que debería ser capaz mejor que nadie de separar los mitos de los hechos reales sobre los suplementos.

Como bien has dicho, los suplementos solo sentarán mal si la persona excede las dosis, si no sigue las indicaciones del producto o si no tiene en cuenta su condición clínica (por ejemplo, los termogénicos no son recomendables para personas que padecen hipertensión). Como todo en la vida, el exceso es perjudicial, hasta el agua en exceso es mala y puede incluso matar. Sin embargo, pocas veces es cierto lo que se dice sobre los suplementos.

El consumo de proteína y la función renal

Por ejemplo, se lee y se dice mucho que consumir cantidades elevadas de proteína provoca problemas renales. Sin embargo, en un estudio publicado en 2006 en el que se analizaba esta cuestión, se llegó a la conclusión de que: “A pesar de que la restricción de proteína puede ser una forma de tratamiento adecuada para enfermedades renales pre-existentes, tras siglos de dieta occidental rica en proteína, no se han descubierto pruebas significativas de que una dieta hiperproteica ejerza un efecto perjudicial sobre la función renal de personas sanas”.

Esto significa que una persona que ya sufre algún problema renal sí debe reducir el consumo proteico para acelerar su tratamiento, pero alguien sano no sufrirá problemas de riñones por consumir unas cantidades elevadas de proteína.

Otro estudio examinó el impacto de la ingestión diaria de 2,8 g de proteína por kg en la función renal de culturistas y tampoco encontró ningún efecto perjudicial.

Sobre este tema, hay que aclarar que “exceso de proteína” y “cantidades elevadas de proteína” son cosas completamente diferentes y deben ser vistas dentro de contexto. El consumo proteico de un culturista profesional puede ser perjudicial para un atleta “normal”. De la misma manera, el consumo proteico de un atleta “normal” es insuficiente para cubrir las necesidades diarias de un culturista profesional. Lo que es excesivo para uno, no lo tiene por qué ser para otro.

No está de más recordar que, según el American College of Sport Medicine, el consumo de proteína en atletas que realizan ejercicio de resistencia es de 1,2 a 1,4 g de proteína/kg/día y de 1,6 a 1,7 g para los que se centran en entrenamientos de fuerza (mucho menor que el del estudio sobre culturistas).

Conclusión:

El propio Comité Olímpico Internacional reconoce los beneficios de los suplementos y afirma: “Los suplementos deben usarse de acuerdo con las recomendaciones existentes y bajo la supervisión de un profesional correctamente informado” (el subrayado es nuestro ya que, desafortunadamente, existen profesionales mal informados, como tu monitoria)”.

Es cierto que los suplementos, si se toman de forma descuidada, pueden provocar daños en la salud, pero esto se puede aplicar a todo y no solamente a este tipo de productos. Un suplemento, tal y como el propio nombre indica, es un complemento a la alimentación y siempre se debe ver de esa manera. Si una persona no necesita vitamina A porque la consigue en la alimentación pero consume suplementos de vitamina A, podría desarrollar los desórdenes habituales relacionados con el exceso de este nutriente, como dolores de cabeza o sensación de irritabilidad.

En nuestra opinión, lo que le puedes decir a tu monitora es que la nutrición deportiva y los beneficios de los suplementos están respaldados por la ciencia; de hecho, la suplementación de proteína está recomendada para personas de edad avanzada. Según un estudio publicado en 2010, los suplementos proteicos pueden reducir el riesgo de sufrir fracturas de cadera en personas mayores.

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